Es precisamente por novelas como esta que me encanta la ciencia ficción, y exactamente por este tipo de historias que me desvivo por Asimov. Nuevamente, el maestro de este género me dio una lección de cómo se comporta la humanidad y la reacción que se espera de los humanos cuando la ciencia avanza y hace nuestras vidas más cómodas: la estupidez prevalece con mayor fuerza, para tratar de mantenernos en nuestra zona de comodidades, aún cuando eso provoque la destrucción de nuestro sol, y con él nuestro planeta y con ellos, nuestra civilización.
En otra publicación, estaré haciendo comentarios de un libro que leí recientemente del aclamado y más popular astro-físico en nuestro medio: Neil Degrasse Tyson que trata en una parte sobre la búsqueda que están desarrollando los científicos para encontrar vida y civilizaciones avanzadas en nuestra galaxia. Esto último lo traigo a colusión porque en "Los Propios Dioses" Asimov, nos advierte, como casi todos los científicos, que uno de los aspectos que debemos curar para que nuestra especie sobreviva es: la estupidez humana. A mi parecer, es esta la razón por la que no hemos encontrado evidencia de otras civilizaciones, porque las mismas terminan siempre por auto-destruirse , irónicamente, en su propia estupidez.
En una breve sinapsis, la historia que nos cuenta Asimov en esta novela trata sobre el descubrimiento de energía limpia e ilimitada, proveniente de un universo paralelo; años después de este descubrimiento un científico descubre que la entrada de esa energía hace un desbalance en nuestro universo, que hará estallar en muy poco tiempo nuestro sol. El científico intenta vanamente convencer a sus líderes políticos de apagar la máquina que nos trae la energía ilimitada, descubriendo que su única salida es tratar de comunicarse con los seres del universo paralelo para que sean ellos quienes apaguen su máquina y dejen de enviar la energía que habían estado emitiendo hacia nuestro universo, pero también este esfuerzo es en vano. La historia gira en tres lugares: la Tierra, donde se descubre la energía y un científico, años más tarde, se da cuenta que la misma nos matará pronto; el universo paralelo, con una civilización con dos tipos de habitantes: "los suaves" con tres géneros y "los duros" con un género; y, la luna, donde los humanos que habitan este satélite, buscan independencia de la Tierra y un mecanismo parecido para poder generar la energía limpia e ilimitada que le provee a la Tierra el universo paralelo, ya que este último se niega a darles esta ventaja a los habitantes lunares.
¿Interesante no? Pues al menos espero que les haya llamado tanto la atención como a mi. La novela, pese a desarrollar varios temas, como: la forma en que hacemos política, la ética con otras especies civilizadas y la situación de pertenencia hacia el lugar en el que nacimos; gira en torno a describir claramente lo complicado que es cuando los descubrimientos científicos, o más bien dicho, las advertencias científicamente probadas, chocan con nuestro estilo de vida.
Este uno de los grandes problemas que hoy día enfrentamos como especie civilizada: cuando los intereses políticos interfieren con la supervivencia de nuestra especie. Sí, la estupidez humana, su terquedad, su orgullo, su soberbia. Esto es lo que puede acabar con nosotros como especie, a menos que de verdad comencemos por hacer esfuerzos para curar la idiotez, que poco a poco es más común; a pesar de que vivimos en la era en que la información y el conocimiento se encuentran en la palma de nuestras manos, seguimos siendo tan ignorantes y tan pobres de mente.
Espero que quienes me lean, busquen esta novela, que les dará suficientes razones para comenzar a tratar de divulgar lo mejor posible el conocimiento humano actual; para que tal vez algún día, la estupidez no sea lo común, sino que sea la excepción a la regla. Busquen, lean, comuniquen, debatan, aunque es probable que nuestra percepción vaya a ser que somos gotas en un océano enorme, pero quién sabe, tal vez podamos salvar el mundo, poco a poco, y algún día, la humanidad nos agradecerá esto, ya que los avances que se pueden alcanzar, estoy seguro, serían impresionantes si algún día trabajáramos todos unidos por el bien de nuestro hogar (La Tierra), nuestra especie y las demás con las que coexistimos y dejáramos de lado nuestra soberbia e intereses particulares.
Cita favorita: "En cualquier caso, en lo historia no hay finales felices, sólo puntos de crisis que pasan" ("In any case, there are no happy endings in history, only crisis points that pass")