sábado, 2 de julio de 2016

"El Mono de Shinagawa" por Haruki Murakami

Cuento Corto, contenido en "Sauce ciego, mujer dormida"

¿Alguna vez hemos sido tan diligentes en la felicidad? Yo creo que sí, a todos nos ha pasado que evitamos el resto de nuestras emociones lo mas posible para unicamente sentir alegría. Negamos que estamos enojados, tristes, acobardados, disgustados por algo, solo porque nos han dicho que siempre debemos mantenernos felices.

"El mono de Shinagawa" es un cuento con enfoque psicológico. Yo (lastimosamente) no estudié psicología, pero al final del cuento se puede distinguir que el mensaje es que no debemos perder de vista lo que sentimos ya que podemos ir perdiendo nuestra propia identidad y olvidarnos quiénes somos.

El relato nos cuenta la historia de Mizuki Ando, una mujer que ha empezado a olvidar su nombre. Al parecer lo olvida repentinamente cuando se lo preguntan y le ha venido ocurriendo esto desde hace un año. Mizuki, encuentra una solución para recordar su nombre, eventualmente, sin embargo, piensa que el problema puede ser una enfermedad como el Alzheimer, por lo cual busca ayuda médica.

En cierta parte, olvidar nuestro nombre, considero yo, puede significar que nos estamos olvidando de quiénes somos. Después de todo, según el relato, "una vida que ha perdido el nombre es como un sueño que ha perdido los indicios del despertar."

Todos los cuentos cortos tienen un mensaje que decirnos, y el mensaje de este (digo yo) es que sintamos más, que lloremos más, que nos enojemos más, nuestro cuerpo necesita ese balance emocional y eso no significa únicamente estar alegre. Para más información miren la película de Pixar: "Inside Out" o "Intensamente"; siento que nos da una explicación bien detallada de qué pasa en nuestro interior con nuestras emociones si no les prestamos atención. Una vez más, les agradezco a quienes leyeron hasta acá.

Cita Favorita: "la envidia no tiene nada que ver con las circunstancias reales u objetivas. Quiero decir que no es que las personas favorecidas por la fortuna no deben sentir envidia de los demás y que las menos favorecidas sí puedan experimentarla. La envidia no es así. Es como un tumor en nuestro interior, que nace a su antojo, en algún lugar desconocido por nosotros, y, sin atender razones lógicas, se va desarrollando deprisa."



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